Archivo por meses: agosto 2011

GODIVA, NEUHAUS…

Muchos países tienen unos determinados productos nacionales que los representan: Suiza tiene sus relojes y navajas, Francia, sus vinos y quesos, Italia sus pizzas, Inglaterra su idioma, Alemania sus motores y capacidad de trabajo, España el jamón y la siesta, Escocia su monstruo y sus whiskys, Estados Unidos sus películas, Colombia su café, etc. Hublot, Don Perignon, Mercedes, The Glenrothes, Lucas Films, Juan Valdez son algunas marcas insignia de estos productos. Bélgica destaca por su exquisito chocolate. Esa delicia belga tiene también sus fabricantes famosos con gran presencia en el extranjero, dos de ellos son Godiva y Neuhaus.

Godiva, el chocolate del amor es uno de los cacaos más reconocidos del planeta. La firma, creada en 1926, ha extendido sus tentáculos por numerosos países y sus ricas delicatessen pueden ser compradas en Pekín, San Francisco, Sydney y Johannesburgo. Por supuesto, debajo de Godiva 1926, aparece la denominación de origen: Belgium.

Neuhaus, el inventor del bombón, tiene como exponente el eslogan de Createur Chocolatier y su lejana fecha de nacimiento 1857. No remarca tanto su nacionalidad belga pero si caminas por las ciudades de Bélgica te encuentras una tienda suya en cada esquina.

Precisión, calidad, delicadeza. Todos esos adjetivos van asociados a la imagen corporativa de Godiva y Neuhaus, y por ende, a Bélgica. Y por supuesto esto también funciona al reves, el chocolate belga es tan famoso por el mundo que a ambas marcas les gusta asociarse al país. Es una simbiosis perfecta. El país del Manneken Pis ha encontrado en estas dos chocolaterías gourmet a sus dos mejores embajadores.

Diego Celma Herrando

Imagen: losviajeros

CALIPPO, UN CLÁSICO

He pasado unos días de playa, en la Costa Blanca. Días de arena, granizados, helados y puestos hippies. Días de tranquilidad aunque con centenares de kilómetros tras el volante.

Uno de los mejores helados de hielo, de siempre, y sobre todo, que me recuerda a mi cada vez más lejana infancia, es el Calippo. Actualmente son tres sabores: Fresa, Lima-limón, Limón-Piña y Cola. Pero el más logrado es el de fresa sin duda. Es un helado de hielo clásico, que lleva ya muchos años a pie de cañón en piscinas, terrazas de pueblo y chiringuitos de playa. Nunca acabará, es eterno.

Aún así, hay que seguir manteniendo el logo, la gama de sabores y su característico envase en el ambiente. En la Costa Blanca está ahora mismo pegando fuerte una campaña de Calippo. Por ejemplo, avionetas que, como estrellas fugaces, vuelan por encima de las playas con el logo, carteles o incluso dinamización del punto de venta. En el parque temático de Benidorm, Terra Mítica, concretamente en su espectáculo insignia, Barbarroja, aparecían en los minutos previos al comienzo chicas y chicas Calippo. El momento era ideal, cuando la gente estaba acomodándose. Estos vestían una vistosa camiseta en la que ponía Calippo 2 euros y portaban grandes bandejas cargadas de este refrescante manjar de colorante y dulce sabor. Seguro que así vendieron muchos más Calippo que si se hubieran quedado en la tienda.

Calippo sabe muy bien que hay que mantenerse actualizado entre los consumidores para seguir estando, y por muchos años, en la cresta de la ola.

Diego Celma Herrando

Imagen: eladerezo

PAPAMÓVIL SIN CO2

Las Jornadas Mundiales de la Juventud 2011 se celebraron esta semana pasada en Madrid. Su Santidad el papa Benedicto XVI congregó ayer a más de un millón de fieles en una homilía en la que se despedía con sus características frases de unión y de esperanza.

Uno de los objetos fetiche del santo padre en sus viajes es el Papamóvil, ese Mercedes de color blanco con vitrina que traslada a su Santidad entre vítores y aplausos. Un vehículo que es sinónimo de seguridad, pureza y desde dentro de poco, de ecología.

Mercedes lleva más de tres décadas diseñando este específico automóvil a prueba de bombas que ha circulado por decenas de países del mundo. Sus motores han sido todos convencionales. Sin embargo, a partir de septiembre, el Papamóvil será un coche híbrido que evitará las emisiones durante los desfiles papales. A pesar de su concepción puramente ecológica, el nuevo auto papal tendrá también un potente motor de gran cilindrada que facilitaría una rápida huida de Benedicto XVI en caso de atentado.

La imagen de la iglesia en el mundo actual no está como para tirar cohetes. Lo sostenible está de moda y hay que hacer todo lo posible por renovar a un Papa que se está quedando desfasado con su opinión hacia la homosexualidad o su rechazo hacia el uso de anticonceptivos. Mientras tanto, Mercedes obtendrá una enorme publicidad para su futura gama de vehículos híbridos.

Diego Celma Herrando

Imagen: ellasconducen

NUEVO CARTEL DE LA GAMA ELÉCTRICA DE RENAULT

En la vida cotidiana, una de las asociaciones de palabras mal utilizada más aceptada es la que sucede entre «luz y electricidad». Todos hemos escuchado alguna vez «desconecta la luz» cuando uno se va a ir de vacaciones, «le han cortado la luz» en referencia a un impago de la electricidad o «se ha ido la luz» cuando, a pesar de ser la 1 del mediodía con un sol de justicia fluyendo por la casa, los electrodomésticos han dejado de funcionar.

En su nueva publicidad en el medio exterior, Renault ha utilizado esta asociación para anunciar su nueva gama de vehículos eléctricos, la que conforman los Kangoo, Fluence, Zoe Preview y Twizy y que ya puede ser reservada por internet. En el cartel aparecen 4 faros en medio de la oscuridad con el nombre del vehículo justo debajo. No se muestran los automóviles, solo sus faros, su luz, sinónimo de electricidad para muchos seres humanos. En realidad, el navegador del coche también sería algo movido por electricidad pero los fotones representan mejor este tipo de energía.

Es eslogan del cartel se resume en que la nueva gama eléctrica de Renault te saluda. Eso también me ha parecido acertado porque si hay algo con lo que saludan los coches de manera visual son los faros. Ya sea con cruces de luces o avisando sobre su llegada con el resplandor que emana de sus candiles, antes incluso de que se escuche el ronroneo de su motor. Aparte de eso y buceando ya en el campo de la fantasía, si un coche tuviera ojos, serían sin duda sus faros. Y las miradas a veces saludan más que los propios gestos protocolarios.

Diego Celma Herrando

Imagen: blog20minutos