Una lectura que recomiendo a todo el mundo es 1984 de George Orwell. En ese libro se plantea al lector que se sumerja en un mundo de autoritarismo, de penurias y control total sobre la vida del individuo. Eurasia, la policía del pensamiento, el ministerio del amor, la liga antisex… Para los que hayáis leído esta novela estas palabras os resultaran familiares.
Resulta que el miércoles asistí en un conocido instituto de los negocios de Zaragoza a un seminario sobre Neuromarketing aplicado a la investigación de mercados. No conocía el concepto como tal pero presuponía que nos iban a hablar sobre los métodos utilizados. En efecto eso fue lo que nos contaron y voy a tratar de resumir brevemente la disciplina del Neuromarketing.
Este campo del marketing incorpora conocimientos de la neurociencia al mundo de los mercados y el comercio. Es una manera de averiguar de manera más precisa las necesidades, los caminos de persuasión óptimos y las experiencias de uso de servicios y productos.
Las técnicas utilizadas no deben ser invasivas para no condicionar al sujeto de estudio y si funcionales (con datos cuantitativos e información específica) y predictivas de las conductas de compra.
Una de las técnicas más utilizadas es el eye-tracking que detecta, cuando estamos frente a un cartel publicitario o viendo un spot, hacia donde dirigimos nuestras pupilas y que camino seguimos. Este tipo de técnicas se utiliza a la hora de escoger envases, spots o carteles.
Los practicantes de esta disciplina aseguran que pueden averiguar que es lo que nos gusta antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello. Puede que sea cierto, en cualquier caso me mantendré al margen de apoyar semejantes técnicas de investigación de mercados. ¿Razón? La visión de Orwell.
Diego Celma Herrando
Imagen: marketingdirecto