BARACK Y SU MEZQUITA

Aquel mesías que parecía ser el faro de la nueva América se está apagando poco a poco. Eldon Tyrrell dijo antes de su memorable sacrificio que “la luz que brilla con el doble de intensidad brilla durante la mitad de tiempo” y esta cita parece indicarnos que Obama brilló con demasiada intensidad en la carrera electoral, creando unas expectativas indescriptibles, pasión en el pueblo, esperanza en Europa y demostrando unas maneras y capacidad de liderazgo que parecían recordar a Reagan.

Desde hace unos meses menos de la mitad de los estadounidenses confían en el sucesor de Bush. Y mira que George lo hizo fatal, pero por lo menos a los Yankees les ofrecía lo de siempre, guerras y conservadurismo. La imagen de Obama empezó a caer con la reforma sanitaria, que para los ideales de la vieja Europa era a todas luces necesaria, para mí también debido al gran número de sin techo que hay en EE.UU.

Pero este mes ha saltado a la palestra otro asunto espinoso. La mezquita de la zona cero. Aquel solar que fue demolido por BIN LADEN S.L. ha sido escogido por el gobierno de Washington como el emplazamiento más oportuno para una nueva mezquita.

Me parece una decisión que pretende demostrar tolerancia y “alianza de civilizaciones” pero que es desafortunada si tenemos en cuenta a las víctimas. Recochineo sería el vocablo acertado.

No es conveniente construir un lugar sagrado en aquella manzana, tumba de 3000 personas, y menos todavía si es de la misma religión profesada por los autores de aquella masacre, aunque sea en una versión menos radical, no fundamentalista, no talibán… En los sondeos, el 70% de la muestra decía que no. Los políticos son elegidos por el pueblo para que cumplan los deseos de la mayoría de la gente, no para imponer sus voluntades.

Diego Celma Herrando

Imagen: indianadequesada

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