Atrapan al hombre más buscado de la Tierra (ahora ese dudoso galardón lo porta con orgullo Julian Assange), sin enseñar ni una sola prueba fehaciente de ello, a la vez que aseguran haberse desecho de su cadáver en alta mar ¿Cómo esperan que nos lo creamos sin dudarlo ni un segundo? De los americanos esperábamos algo mucho más impactante, tal vez remolcar el cuerpo semidesnudo (desnudo no, que es muy desagradable) por toda la Quinta Avenida mientras los neoyorkinos le escupían y le lanzaban piedras y excrementos.
Por eso se hace tan extraño. Han tenido muchísima prisa en deshacerse del cuerpo, como cuando un asesino entierra rápidamente a su víctima en un monte cercano y quema las armas y ropa utilizadas en el crimen. Han actuado como si lo que hicieron…no fuera del todo legal.
Y Estados Unidos no entiende la desconfianza del mundo, pero algunos congresistas ya reclaman fotos del cuerpo. Además, una foto que circuló por la red mostrando a un Bin Laden abatido ha sido declarada falsa. Todo esto alimenta el mar de dudas de la sociedad, muy harta ya de que el imperio norteamericano mienta con frecuencia. Ahora la WhiteHouse valora si enseñar las fotos del cadáver, que dicen tener y que están calificadas como atroces, para que desaparezca este clima de confusión.
Cansado ya de teorías conspiranoicas que giran en torno a si sigue vivo en una isla para millonarios con inmunidad o que murió en la montañosa región de Tora Bora hace 10 años en plena operación Libertad Duradera, me declino por esta última. Quizás a Estados Unidos le ha venido bien mantener bien viva la figura de Osama. Ya hablé hace muchos meses de esta posibilidad: http://tritiopublicidad.es/blog/2009/10/27/osamaxxvidxxladen/. EE.UU. tenía un gran stock de armas y su lucha antiterrorista le ha venido como anillo al dedo para derrochar armamento por Oriente Medio.
Veremos si es cierta esa venganza que Al-Qaeda dice que va a llevar a cabo, hablan incluso de un infierno nuclear en territorio Yankee. Esperemos, de verdad, que no se les ocurra hacer semejante barbaridad.
Mientras tanto, cobijado por el lujo de la Casablanca, Obama vuelve a tener esa aura que brilló de manera casi cegadora en su campaña electoral, un aura que no se merece y que se fundamenta en el vacío, al igual que en 2008. Es temporal y efímera, no todos los años se “mata” a Bin Laden y todavía quedan muchos meses para las elecciones.
Diego Celma Herrando
Imagen: digitaljournal